¿Vamos hacia el andamiaje bilingüe y bicultural?
- Marcela Fritzler
- 27 ago
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 3 sept
Cuando los padres hispanohablantes deciden migrar a un país cuya sociedad hable otra lengua diferente al español, como por ejemplo Alemania, Reino Unido o los Países Bajos, surge una pregunta que resuena en muchas familias:
¿Cómo equilibrar el desarrollo de la lengua vehicular mayoritaria -neerlandés, inglés, alemán, etc.-vital para el éxito escolar, con la preservación su idioma heredado, del país de origen,
el español?

Es un dilema común que, en ciertos escenarios y todavía en estos tiempos, especialistas -por consejos bienintencionados- sugieren limitar el español para no "confundir" a los niños y las niñas en el proceso de alfabetización o incluso desde el jardín de infantes o guardería.
Pero, ¿es esta realmente la mejor estrategia?
Ante esta cuestión, recurrimos en busca de la opinión de una experta en el tema, Montserrat Vidal García, responsable del espacio La Sabika, especialista en lenguaje, psicóloga, emigrante y madre que educa bilingüe.
¿Es adecuado recomendar a los padres que mantengan la exposición a la lengua de herencia en el hogar sin dejar de tener en cuenta la estimulación del idioma de la comunidad- que es también el del colegio?
El idioma de casa (o los idiomas de casa) deben ser estimulados siempre. Sabemos que la exposición a la lengua minoritaria únicamente en el hogar no suele ser suficiente para que se desarrolle a un nivel óptimo. Además hay que “sacarla de casa” para darle valor y que siga desarrollándose a través de su uso en contextos variados y ricos. Lo apropiado es apoyar su adquisición con todos los recursos educativos, sociales y emocionales de los que se dispongan.
Por otro lado, detrás del consejo de limitar la lengua de herencia al ámbito familiar está la idea incorrecta de que “si le das más español al niño”, le estás quitando oportunidades de aprender la lengua de la comunidad y que eso tendrá un impacto negativo en su desarrollo escolar.
Sin embargo, cuanto mejor sea el dominio y las competencias en el idioma de casa más se beneficiará el idioma vehicular, tal como sostiene la Hipótesis de Interdependencia de Cummnins, avalada por diferentes estudios, nos señala Vidal García.
La comunicación entre pares en contextos bilingües o multilingües conlleva, en la mayoría de los casos, formatos de interacción que derivan en sentimientos de aceptación o rechazo hacia un idoma determinado (Fritzler, 2023) o cambios en la funcionalidad de una u otra lengua.
Actitudes que incluso reflejan un bilingüismo pasivo o receptivo en el que el niño o la niña comprende pero no habla activamente (Harding y Riley, 2010). De allí que un input rico y variado ya sea en la lengua heredada como en la lengua adquirida en el entorno social seconvierta en una cuestión casi imprescindible para desarrollar el bilingüismo respetuoso y dinámico.
La especialista Vidal García nos agrega la importancia de estar atentos al proceso de adquisición de la lengua mayoritaria, fomentar su aprendizaje y apoyarla cuando sea necesario. Pero eso no implica que haya que limitar el español a la casa y evitar el contacto con la comunidad hispanohablante, o con otros niños multilingües del país de residencia.
No obstante, esta es una respuesta general, después tendríamos que analizar cada caso y tener en cuenta las necesidades específicas del niño o la niña en un ambiente familiar determinado. Por ejemplo, puede que en una situación concreta sea preferible apoyar el idioma vehicular con clases privadas, en lugar de otras actividades de aprendizaje formal de español.
A modo de resumen,
estimular más la lengua de la comunidad relegando la lengua o lenguas de herencia
al ámbito familiar no es garantía de éxito escolar. (Vidal García)

Como vemos, la clave no está en elegir un idioma sobre el otro, sino en comprender cómo se entrelazan para fortalecer el desarrollo lingüístico general de los niños.
Limitar la exposición al español, la lengua de sus raíces, por miedo a “confundir” al niño es un mito que no solo empobrece su mundo emocional y cultural sino que puede afectar su identidad y su conexión con la familia. Asimismo, priva al niño de los innumerables beneficios cognitivos ( a explicar en futuras entradas) que un entorno multilingüe le ofrece, construyendo una base sólida para dominar la lengua vehicular mayoritaria.
Por eso, el objetivo debe ser doble: estimular el idioma de la comunidad con todos los recursos disponibles, sin dejar de lado el valioso tesoro que es la lengua de herencia, reconociendo que cada uno es una pieza fundamental para un desarrollo completo y exitoso de nuestros pequeños hablantes.
Si deseas sumarte a nuestra conversación, te invitamos a la charla libre y gratuita
impartida por Montserrat Vidal García, fundadora y directora de La Sabika Taal, en el marco de Aprendizaje entre colegas.

¿Crees que es posible lograr este equilibrio en un entorno multilingüe?
¿Qué otros mitos sobre la crianza bilingüe te gustaría que desmintamos?
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Referencias:
Cummins, J. (1979). Linguistic Interdependence and the Educational Development of Bilingual Children. Review of Educational Research, 49(2), 222–251. (https://www.scribd.com/document/440919223/cummins1979?utm_source=chatgpt.com)
Fritzler, M. (2023) La rebelión lingüística en el aprendizaje de la lengua de herencia. ¿un tira y afloja? Disponible en: https://www.marcelafritzlersinfronteras.com/post/2018/10/01/rebeli%C3%B3n-ling%C3%BC%C3%ADstica-un-tira-y-afloja
Harding-Esch, E. y Riley, P. (2010). The Bilingual Family. A Handbook for Parents. Cambridge University Press. Disponible en: https://www.cambridge.org/core/books/bilingual-family/FE7E645069341B049808236574767893.