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ELE para niños: diseñar, crear y recrear materiales significativos.

Actualizado: 1 ago 2023

La enseñanza de ELE para niños es un contexto de aprendizaje que experimenta en este último tiempo importantes cambios, ya sea a nivel metodológico como en la formación docente que necesita para dar clase a este público.

Si el punto de partida es siempre consultar la bibliografía específica, nos encontramos ante la realidad que existen escasos documentos de referencia actualizados que abarquen el desarrollo físico, psicológico y cognitivo, como también social de los estudiantes, menores de 12 años y miembros de la sociedad de la información y el conocimiento.

Por otro lado, los manuales publicados intentan, mediante diferentes recursos gráficos, lúdicos y atractivos, motivar a los niños, despertar su curiosidad y ganas de aprender una lengua extranjera. Asimismo con los materiales multimodales -impresos o digitales- buscan dar una respuesta a la variedad de formatos de aula que tenemos a partir de la pandemia e incluso antes.


Sin embargo, el transitar por el andamiaje pedagógico de este público nos ha demostramos más de una vez que...

“Dar clase a niños es una experiencia enriquecedora,

en la que es difícil saber quién aprende más de quién”.

(Cano, 1997: 38)


Los niños tienen la posibilidad maravillosa de adquirir una lengua mediante el disfrute de descubrir los secretos del habla, de meterse en el idioma sin demasiadas preguntas, de darle sonido a sus imágenes sólo porque les divierten. Sin embargo, es una realidad que en muchos casos la lengua será el arma que tendrán los niños frente a su nueva realidad. La inmigración, el traslado familiar, traerá el vacío y la necesidad de abrirse camino. Comunicarse ya no será un juego de palabras bonitas ni el idioma, una canción de moda. (Fritzler, M. 2014)


El niño aprende a través de las experiencias, es así que se requiere de recursos para construir el conocimiento realizando un aprendizaje activo, multisensorial, holístico y ante todo, que lo lleve a descubrir que hay detrás de cada palabra o frase, a emocionarse con el nuevo saber.

Estos recursos o materiales educativos cumplen la función de provocar que los niños comenten, experimenten, deduzcan, hagan hipótesis, escuchen, dibujen escriban, etc. Su importancia radica en que enriquezcan sus vivencias, desarrollen su pensamiento, favorezcan su interacción oral, motiven sus ganas de conocer.


Aprender a aprender.



Así, desde la perspectiva constructivismo cognitivista del aprendizaje de Piaget, para el propio Ausubel desde el aprendizaje significativo o no menos importante, Lev Vigotsky en su teoría del Constrictuvismo social se recuerda que en la primera infancia la inteligencia de los niños es, sobre todo, práctica. Y ello significa que la acción o manipulación directa sobre los “objetos” es la base para que los alumnos puedan llevar a cabo los procesos de asimilación que les permiten la adquisición de cualquier tipo de aprendizaje.


Metodológicamente se trata de provocar situaciones comunicativas que respondan a las necesidades de los aprendices y a partir de ellas y de un lenguaje auténtico, propiciar la interacción y la adquisición de estrategias para aprender. Para favorecer el desarrollo de la competencia comunicativa necesitamos desarrollar en forma paralela e integrada dos tipos de conocimientos:

  • el formal, saber cosas sobre la lengua,

  • el instrumental, saber hacer cosas con la lengua. (Fritzler, M. 2017)

De allí que, el diseño y/o elección de una actividad exige una buena dosis de creatividad, tiempo y ante todo, responsabilidad docente. Tanto la tarea como la planificación implica contar con tres momentos claves: un antes, un durante y un después. Es decir, conocer, en la medida de lo posible, a nuestros estudiantes y su contexto como también tener presente su bagaje lingüístico, cuáles son nuestros objetivos de aprendizaje y ser conscientes de sus posibilidades y de las metas educativas que deseamos alcanzar.

Enseñar y aprender una lengua extranjera nos convierte en artesanos de los contenidos lingüísitcos, transformando el conocimiento del mundo de nuestros estudiantes en una nueva obra de arte, en un vehículo para comunicarse-nos en otro idioma. Por eso, es imprescindible tener presente que los niños -los adolescentes y adultos también- llegan a nuestras clases con su portfolio lingüístico, base para diseñar, crear, recrear toda propuesta de estudio.


Las reflexiones expuestas han cobrado un nuevo sentido cuando tuvimos que reinventar las prácticas docentes, convertir la mesa del aula en una pantalla y el abrazo en un emoticón...

En Aprendizaje entre colegas está disponible la charla

brindada por Daiane Reis en la que reflexionamos sobre los diferentes tipos de materiales que se pueden utilizar en una clase, ya sea presencial, virtual o híbrida, para apoyar y dinamizar el aprendizaje de una lengua.

También compartimos la experiencia de trabajar en equipo, a distancia y en contextos educativos totalmente diferentes durante el proceso de creación de materiales específicos.

Un encuentro muy especial, brindado con toda la pasión por los niños.



Esperamos, como siempre, tu sugerencia o comentario, es importante ...


Referencia bibliográfica.

  • Cano, A. ( 1997). Los niños y el español como lengua extranjera: todo por descubrir. Frecuencia L: revista de didáctica del español como segunda , 38-41.

  • Fritzler, M. (2017) Los niños y el aprendizaje multisensorial en la era de la hiperconexión. Actas de las V Jornadas de Didáctica del Español como Lengua Extranjera del Instituto Cervantes de Budapest

  • Fritzler, M. (2014) Los niños aprenden o adquieren una lengua extranjera. Actas Congreso CELE, Rosario.​

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